6 de junio de 2009

Sin guión


Decidí descontracturar al menos un post, y salir con flatulencia verbal a tipear lo que me salga.

Estamos a unos veinti pico de días de estas elecciones, con claro horizonte a la caza, visualizando a los ciertos enemigos (o adversarios, si Ud. quiere) que una patria y una Latinoamérica grande, para todos y unida políticamente no necesita; con un actor rural que se repliega en la invasión mental que supo atesorar, con otro actor neoliberal que a fuerza de himnos vacíos de toda proyección nacional se estanca electoralmente, bifurcándose en disputas que serán pronta división, con una actriz sarmientina (ni eso) que confiesa su asco por la heterodoxia económica y que postula en Capital a un JP Morgan boy, que pretende reducir pobreza a fuerza de un liberalismo ortodoxo honesto, maquillado en medios e idéntico en fines. Una izquierda nuevamente aislada de a montoncitos por el estero capitalino y bonaerense, y federalmente microscópica. Una izquierda nacional que, con Pino Solanas, aspira a dos o tres bancas por la ciudad de Buenos Aires, y con ello proporcionarle a la derecha cierta victoria programática. Un clarín que toma sus diez puntos y pretende que sean veinte. Una orquesta que ansía su tercer puesto: al fin y al cabo, tres bancas son insuficientes como contrapeso parlamentario, y en cuatro años, cuando los de Pino quieran más, nos encargaremos de ningunearlos lo suficiente como para que no nos hinchen más las pelotas. Y un oficialismo allí, en la arena, dando quizá la última gran batalla, la que le dirá, por ejemplo, un si o un no a la ley de radiodifusión. Un sí o un no a la integración latinoamericana. Un si o no al retroceso.
Un Néstor aireado, con una estrategia clara. Frágil en ciertos puntos, pero no tanto como la de una oposición seca, vacante de ideas. Disputas judiciales, marchita, papá rucci me ama, un bailecito por lo de marce. Un agradecimiento clave de De Narváez: "Gracias Marcelo por darnos la oportunidad de mostrar nuestras propuestas"; linda frase lanzó el tatuado, como siempre sin conjugarla con nada fáctico. O bien lo hizo, si para su anhelada gestión pretende decir alica alicate desde los escaños del congreso.
Carrió alunizando o por Marte, con probabilidades de chavización en sus paraísos imaginarios. Vamos a ver como es, el reino de Carrió, Maria Elena nos cantaría. Y Michetti. Gabriela Cleta Michetti también. Será ella la cleta de Mauri. Lo apuesto, lo firmo. La ingenuidad de que es presa la liberará, y lo peor de todo es que tendremos que soportarla como opción al macrismo.

Y yo, con el chivo, soplando contra los molinos, disputando voluntad por voluntad, nadando en el océano con remos y sin balsa, pero listos para salir del nafragio.

1 comentario:

ElOtroCampo dijo...

Así es compañero, estamos listos para la batalla!!!!!!
A no aflojar!!!
Saludos!!