Estuvimos asi de cerquita del Golpe

Si Cristina Kirchner no suspendía el acto de Moyano y D'elia, había serías posibilidades de golpe de estado, eh.

No son propias conclusiones, sino las que se derivan del análisis que ayer (sábado) el historiador, periodista y gorila profesional Rogelio Alaniz, conocido quizás solo por los ciudadanos santafesinos, hizo a través de las páginas de El Litoral.

Los invito a leer los dos párrafos introductorios a su columna:

"Es probable que al momento de sugerirle a sus seguidores que suspendan el acto previsto para el 20 de noviembre, la presidente haya pensado en las letales consecuencias de un convocatoria popular promovida por personajes que, como Moyano y D’ Elía, no son capaces de controlar los demonios que ellos mismos liberan. En un clima enrarecido como el actual, una convocatoria popular habría degenerado en una suma de actos vandálicos que a los mayores les habría traído a la memoria los incendios del Jockey Club, la Casa del Pueblo, el Comité Radical y los templos católicos.

"Si en 1955 la Argentina no soportó esas tropelías, muy difícilmente las soportaría en la actualidad, cuando los índices de popularidad del gobierno están por debajo del veinte por ciento y las declaraciones de la oposición son cada vez más beligerantes. No creo que la movilización de los piqueteros sean retoños de milicias populares, pero advierto que la estrategia de valerse de ellos para ejercer el control social es peligrosa para las instituciones, para el conjunto de la sociedad y, aunque no lo crean, para el propio gobierno. Atizar la caldera social en la Argentina es la fórmula más riesgosa e irresponsable."

Si a seguro se lo llevaron preso, a "habría degenerado" ni te cuento. Perpetua en Martín García.

Es interesante, además, ver de cerca la incompleta interpretación de los sucesos históricos que lleva a cabo el señor Alaniz. Fiel a sus peludos maestros, obvia la inmediatamente pretérita barbarie antipopulista, relegando bombardeos y masacre, comparando una pila de escombros ecleciásticos u oligarcas con la sangre desperdigada de 350 personas inocentes.

"No soportar tropelías" en 1955, vendría a ser para el periodismo antiperonista un eufemismo para justificar el golpe de estado de aquel año. Machacarle la responsabilidad del golpe al sistema por su ineficiencia, eximiendo a sus autores materiales de todo cargo y culpa. Una verdadera gorilada diría, siendo yo demasiado objetivo.

Lo grave del texto radica en su liviandad por la ausencia total de cualquier tipo de pruebas. Un simple giro especulativo amalgamado a una sesgada interpretación histórica sirve para acusar de potenciales pirómanos a los eventuales manifestantes de una marcha que no será.

Sería bueno que, de contar con ellas, Rolegio Alañiz las aportara y señalara a los victimarios que amenazan con reeditar los hechos trágicos del año '55. Porque creemos que el señor periodista no querrá que dicho escenario se re-produzca. ¿Habrá bombardeos, Señor Alaniz? ¿Habrá bombardeos que impulsen a D'elia o a Moyano a quemar el Jockey Club?

Y como creo que estoy exagerando un poco, aunque no tanto como Rogelio, termino acá. Confiado de que el texto del historiador santafesino constituye, finalmente, una mera sarta de bolazos.