Piquetes en las calles, inestabilidad social, conflictos por doquier. El presidente con un respaldo del 22%. La gente esperando.
Todo muy parecido a hoy. Y si en aquel momento se pudo remontar, hoy también se puede. Más, si son ciertos los augurios de un 2010 concrecimiento económico.
El problema es que las calamidades previas al 25 de mayo de 2003 habían sido consecuencia de los actos y errores de otras personas. Las correcciones no implicaban retractaciones o rectificaciones, sino aciertos elogiables. Hoy, luego de seis años y pico de kirchnerismo, las faltas cometidas solo son corregibles por los mismos que eventualmente las ocasionaron. Allí radica el gran inconveniente y el gran dilema a resolver por el oficialismo.
Un ejemplo, aunque no tenga que ver netamente con los inconvenientes sociales antes enumerados. Ayer debían caer Julio Nazareno y Moliné O'Connor; hoy Guillermo Moreno y Norberto Itzcovich. Y aunque de ningún modo creo que sean comparables desde el punto de vista objetivo, si creo que lo son desde una perspectiva simbólica.
En el bicentenario de la batalla de Ayacucho
Hace 8 horas
2 comentarios:
El problema es definir las ¨faltas cometidas¨. El odio que genera este gobierno poco tiene que ver con el supuesto estilo de la presidenta, por el energúmeno de Moreno o por la forma centralizada de gobernar. Los mismos medios y opinólogos que critican hoy esas formas al parecer insoportables aplaudían a un Menem imperial mientras toleraban con complacencia e incluso simpatía a otros energúmenos que le eran afines.
El odio hacia el kirchnerismo tiene más que ver con una cierta matriz gorila, parecida a aquella que lograba que la misma persona que aullaba por los excesos del gobierno peronista no abominara de los bombardeos a la Plaza de Mayo.
D´Elía y Moreno son irrelevantes. Si no existieran, La Nación ya hubiera encontrado otros impresentables, como lo prueba la increíble operación que Morales y los medios le hicieron a Milagro Sala.
Creo que lo importante es que el gobierno siga haciendo política. El fin de las AFJP, la ley de medios, el ingreso universal. A futuro la reforma política, la ley de Entidades Financieras, y con un poco de suerte una reforma impositiva.
Subir lo más posible ese piso del que habla Sabbatella y que hace muchos años que no estaba tan alto.
Si pero no. Hay iconografias que ya no dependen del sustento mediático. Y si bien es cierto que esos algunos siempre encontrarán excusa, tambien lo es Moreno sintetiza, al menos, la repugnancia que muchos electores (no Clarín, aunque los haya inducido a) sienten por el kirchnerismo. Y no hablo de las viejas de puerto madero, o de Cecilia Pando. No me interesa incluirlas en preoselitismo alguno. Hablo de cierto sector social, que no se si tildar de recuperable, porque es bastante improbable, que aún puede reconciderar algunas cosas. El peaje es que nosotros reconsideremos otras tantas.
Si miramos todas las demonizaciones como productos del "influenciómetro", poco podremos hacer para recuperar espacio en ese 70% del colectivo social que no quiere escuchar mas a Cristina. Si decimos: la culpa es de los influenciables, les soltamos la mano para siempre. Y yo no quiero que eso pase.
Y que el gobierno tiene que hacer política, coincido. Pero frenar la política para la tribuna. Meterle plata al bolsillo de la gente, esperar la reactivación, aguantar las embestidas parlamentarias post 10 de diciembre, sin medidas oficiales demasiado vanguardistas. Otorgar, no contestar mas los agravios, porque no sirve. Y otorgarle, no a Clarín, sino a la sociedad, la posibilidad de ver caer ciertos iconos poco benefactores para este proceso político.
saludos.
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