12 de junio de 2009

Argumento Mediocre Argentino


En Crítica de la Argentina, Martín Caparrós publicó una nota en la cual habla y opina sobre el best-seller de Marquitos Aguinis.

Aquí, algunos de los párrafos de este texto fantasbulástico, ea ea jpp!


"Estuve leyendo –digamos, a falta de verbo más preciso– un volumen magro, escueto, que se llama ¡Pobre patria mía!, firmado por un señor Marcos Aguinis. No sé quién es Marcos Aguinis; lo que me interesa ahora es otra cosa: el volumen magro firmado con su nombre es un best-seller, o sea: fue comprado –y, quizás, hasta leído– por decenas de miles de personas en muy poco tiempo. Cuando un libro es comprado –y, quizás, hasta leído– por tantas personas se transforma en el texto de muchas de ellas: en un instrumento interesante para tratar de entender ciertos asuntos de la Argentina actual. "El magro escueto, queda dicho, está firmado por un señor Marcos Aguinis. Como su biografía o su existencia física no son relevantes para este texto que sólo nos interesa porque ha sido comprado y quizás hasta leído por decenas de miles, de ahora en más lo llamaremos Autor M.A. o, más simple, A.M.A. Para acentuar que lo que importa del volumen escueto es que parece sintetizar opiniones de muchos compatriotas, podemos imaginar que A.M.A. también significa otras cosas: entre ellas, la más apropiada me parece Argumento Mediocre Argentino. El lector avisado descubrirá cuándo la sigla conviene mejor a una lectura que a la otra o cuando, si acaso, se acomoda a las dos.

"El escueto ofrece cantidad de elementos para la discusión: da la sensación de que la mayoría de los lugares comunes del A.M.A. están contenidos, cómodos, pimpantes, en sus páginas magras. Así, el texto empieza con una afirmación tajante, rotunda, que se constituye en la base indispensable de todo el desarrollo posterior: “Fuimos ricos, cultos, educados y decentes”, dice el A.M.A. ¿Quiénes fueron todo eso? ¿El señor conocido como A.M.A., sus padres y sus tías? ¿Los vecinos de su edificio de departamentos? ¿Los socios del Jockey Club? ¿Los chicos y chicas de la promoción ’53 de la Escuela de Comercio Virrey Vértiz? ¿Los cuatro amigos que no dejan de encontrarse en el Tropezón todos los jueves desde hace 37 años? ¿Los hombres mayores de setenta con labios finos y una verruga verde bajo la nuez de Adán? No hay forma de saberlo. Lo único que queda claro es que el A.M.A. se incluye en esa frase de autodefinición: fuimos ricos, cultos, educados y decentes. No es poco: cualquiera habría querido formar parte de ese plural. Sólo nos faltaba coger de tanto en tanto y estábamos hechos."

Para seguir leyendo la publicación, click acá.

Y lo mejor de todo, es que continuará!

No hay comentarios: