Aunque no la haya, se están haciendo grandes esfuerzos para que parezca lo contrario. Hay un clima de "vo' so' la dictadura", que se respira, tanto en los medios, como en cierta gente (y hasta en la rubia de ocasión, Granata, que tiró 'dictadura' en la pelea con Fernández), cuando uno escucha hablar de "persecución de periodistas" solo por la aparición de un muy desafortunado afiche contra varios comunicadores del canal de noticias del grupo Clarín. O cuando entra a su página, y ve este tipo de notas, y uno no atina a adivinar si hay ingenuidad o ganas de aire televisivo. Pero, de todas formas, el título está allí, en primer plano, y se presta fácilmente al "quebarbaridá" de los desprevenidos que pasan por el pasquín en busca de información de otro tipo. Y la democracia es consiste en eso, en que los desprevenidos voten.
También, y es algo que nos atañe, es la excelente capacidad para dar excusas, en la cual los sectores del oficialismo están(mos) poniendo bastante empeño. Oí algo de un "juicio" que Hebe le haría a Magdalena, en la plaza... no entiendo la relevancia, y resulta realmente inoportuno y es una acción más que se suma a los actos que, en la pretensión de "desgastar" a los opositores, terminan desgastando al propio Gobierno, siendo una escupida al cielo. El quilombo que le hicieron a Noriega. La marcha contra Cobos es otro ejemplo, y ni hablar del juicio que Aníbal anunció contra Pino Solanas, gestos los cuales contribuyen a la imagen positiva de todos estos personajes, en detrimento de la buena imagen propia.
Pensar en los objetivos, y no en las personas. Marchas para la aplicación de
Los escraches, juicios simbólicos o la exageración de las terminologías políticas significa, hoy por hoy, hacerle la gamba a la derecha. Recular es la respuesta.
(escrito hace un par de días atrás)