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2 de febrero de 2010

Néstor compra, Martín divulga, Héctor opera, Néstor pierde, el pueblo se aleja...

...y nosotros, si seguimos así, todos los días un poco.

Yo creo que a ninguno nos gusta, a pesar de las demostraciones en contrario, que Néstor Kirchner haya efectuado la compra de dólares. No porque sea ilegal (aunque es muy probable), sino por otros dos motivos: uno ético (se gana dinero gracias a los resortes que él mismo controla) y otro político (politicamente ganan con esto los que anhelan controlar definitivamente éste y otro tipo de resortes; o todos los resortes). Pero también digo: no es una cuestión de gusto. Nos guste o que no nos guste: es. Pecando ahora, yo, de objetivo.

Más allá de esto, lo que además "me hace ruido", es el hecho de la prueba. De donde surge la misma, como se llega a ella. Hemos visto como, o al menos en algunas ediciones televisivas de policiales, cómo son anuladas aquellas evidencias cuyo origen es ilegítimo. Supuestos culpables son absueltos por carecer de validez o legalidad los elementos demostrativos de su culpabilidad.

¿Es válida una lista que se publica (que Redrado publica) para chantajear al ex-presidente de la Nación? O mejor ¿Es más moral publicar información para chantajear a alguien, que la compra de dólares por quien conoce y controla su cotización?

Si no era ético, y violaba el Código Penal ¿por qué razón el BCRA, con Martín Redrado a la cabeza, permitieron hace más de un año y medio que Kirchner comprara 2 millones de dólares?

La última pregunta, además, revela algo que era obvio ya: la autonomía no existe ni existió en el período Redrado, a contramano del chamuyo goldenboyniano, y la supuesta resistencia (!) banqueroemancipadora de la que dice ser precursor. De haber sido independiente, no habría esperado un año y medio para destapar la olla. Y de haber sido efectivamente solo un "técnico, un profesional" sin "pretensiones políticas", en lugar de ventilar la lista de dolarhabientes en diarios preponderantes (que, además, saben maliciosamente qué ponderar y cuando hacerlo), debería haber, primero, evitado la compra, y segundo, denunciado penalmente a Kirchner basándose en el 268 del CP. El acontecer de los hechos opuestos vaticina las opuestas intenciones de Hernán Pérez.

Por otro lado, y asumiendo la posición en la que he decidido pararme con respecto al kirchnerismo, digo que ya todos sabemos sobre las transacciones del matrimonio presidencial. Hasta aquí no se ha detectado (judicialmente) irregularidad alguna, aunque esto no es garantía de nada. Y lo que quería manifestar es: asumamos ya las contradicciones. Nada ni nadie es linealmente bueno e impoluto. Los seguidores de Obama deben soportar que su líder tenga dos guerras sin cerrar, y que quiera continuar la de Afganistan. Algunos periodistas progres, que dicen ser tal, deben soportar tener que trabajar para un medio que creció de la mano de la dictadura y del menemato... y del kirchnerismo. Los seguidores de Fidel, los de Lula, los de Chávez, los de quien sea. Eso no quiere decir que vayamos a aceptar todas sus medidas, a callarnos irrestrictamente cuando las cosas que se hacen son pésimas, etc. (dado que por ahora no somos funcionarios, solo blogueros) Pero luego de la ponderación decidimos que hacer, que votar, que defender, y al fin nos paramos del lado menos peor, o "más mejor". O que creemos tal.

Quien esto escribe debe, además, remarcar que la idea última no es propia. Como casi todas las ideas.

Por último: si, Clarín siempre opera.

22 de junio de 2009

Tinelli, Néstor, y 'LA' Ley


Existen serias posibilidades de que Néstor Kirchner participe en el programa de Marcelo Tinelli en esta última semana de campaña. Más allá de las suspicacias que implicarían la actuación del candidato pingüibonaerense en el show mediático, el temor real que despierta en mi radica en que su participación conlleve algún pacto con respecto a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, lanzada hace tres meses por la Presidenta de la Nación, cuya aprobación significaría un duro golpe a la concentración mercantil que lidera el Grupo Clarín, a quien pertenece el canal por donde el cabezón emite su programa, siendo además este poderoso grupo, dueño de una parte de la empresa televisiva de Marcelo Tinelli, Ideas del Sur.


¿Qué implicancias, con respecto a la ley de radiodifusión, tendrá la incursión del candidato oficialista en el programa? Escuché o leí que Tinelli afirma que, no debiéndole nada a nadie, no tiene porque no meterse con los políticos que sus imitadores personifican. Es muy difícil (oh, utopía!) pensar que los caminos de Marcelo Tinelli y el Grupo Clarín transcurren por sendas independientes, y que la autonomía del primero es impenetrable a las “sugerencias” de los gerentes de la empresa de medios con la cual está asociado.


Una participación de Néstor Kirchner significaría, quizás, un efecto positivo en cuanto al desenlace electoral del 28 de junio, y lo suspicaz de la situación, como lo mencioné antes, vendría a colación por la recordada intervención que Carlos Menem tuvo en la pantalla de Video Match. Pero ese no sería el mayor problema.


La cúpula de Clarín debe estar al tanto de las consecuencias favorables que la participación K tendría para él mismo, por lo cual la duda se refiere a si el Grupo estaría dispuesto a ceder el espacio para beneficiar al candidato a cambio de nada.


El peligro radica en que la negociación se deslice dentro del marco jurídico propuesto con el nombre de Ley de Servicios Audiovisuales, y que el supuesto cabeza a cabeza entre los candidatos justicialistas deje a la defensiva al candidato kirchnerista, necesitando la participación en ShowMatch para solidificar el escenario electoral dominical, debiendo ceder articulado audiovisual a los fines de promoción televisiva. Salvo que, como se expone (y desea) arriba, las vidas de Marcelo Tinelli/Showmatch y Clarín derrochen soberanía y desconexión.


Necesitamos saber si, efectivamente, como se intenta hacer ver, la participación de los políticos está desprovista de toda intencionalidad, o si efectivamente todo lo contrario.

Por otro lado, el hecho de que los candidatos de la derecha neoliberal hayan incursionado en ese ámbito, magnificada esta situación por la participación de representantes del oficialismo (Scioli y Massa), empujan aún más a Kirchner para que entre al show, siendo imprevisibles las consecuencias audiovisual-legislativas.


¿Vos que opinás? Participá en la encuesta.