Recién estuve viendo el programa de Ernesto Tenembaum y Zloto. Perdí la cordura al escuchar a Macri afirmar, sutil, que re-privatizaría el sistema jubilatorio, que re-privatizaría Aerolíneas Argentina, que re-privatizaría Aguas Argentinas. Teniendo en sus manos todos los ases maestros para sepultar al entrevistado en la tumba menemista, Ernesto Tenembaum arremetió con un tímido "¿vuelve la derecha?". Un frío, una duda, una inseguridad propia de alguien que paspa moscas mientras a su frente alguien le adelanta, orgulloso, saúl mediante, que revertiría alguno de los grandes aciertos de la gestión kirchnerista.
Lo esperaba, mi ingenuidad contemplativa lo esperaba. Esperaba un contundente, un alineado: "¿Con Ud. vuelve el Menemismo, entonces?". A la cara, tiempo en el aire y sin pestañar, seguro, donde duele. Porque, digámoslo: la palabra derecha no asusta a nadie. No tiene el homónimo efecto que la pronunciación de "izquierda", "zurdaje", etc, cuco dialéctico de las clases medias y altas bien arropadas en miedos estériles. Decir, acusar a alguien por ser de derecha, hoy, no dice nada. Decirle, en cambio, menemista, sigue produciéndole a la concurrencia, cierto asquito.
Sentí miedo cuando lo escuché. Hablo de Macri. Pasado, puaj, mercado rey. Algunos gurúes foráneos hasta se pronunciaron por el suicidio, en lugar de seguir predicando las mismas paparruchadas que ocasionaron la crisis del sistema de sus sueños. En cambio, en Argentina, la comunidad católica no ha podido lamentar, por ahora, pecados de similar calaña, tropezando la otra comunidad (la terrenal) con estos tipos, dando testimonio de que las ideas, algunas de ellas, lamentablemente, no mueren. Me encanta el debate, aclaro. Pero un poco de empirismo no vendría nada mal, a estas alturas.
Artemio López publicó ayer su encuesta porteña. Michetti estaría sacando el 49% de los votos, Prat Gay el 20, y Heller el 10%. El PRO, sin embargo estaría regalando, amén de su compromiso con el diálogo y la república, un par de bancas (dos) para los amigos de Proyecto Sur. Cómodos asientos para que la experiencia naciente patalee durante la mayoría de las sesiones parlamentarias, y para que, en el más dichoso de los escenarios, los miembros de dicho espacio y sus centrípetas caras cavilen por la emisora izquierdanacional-friendly, TN (sin suspicacias, muchachos). Para que compartan indignación con Nelson Castro, o para someterse a las amenas inquietudes del columnista de La Nación, Solá. Perdón por la chicana. Pero veo eso: como pájaros que, luego de despegar diez pies de altura, son alcanzados por la simpática ‘gomera’ de un niño socarrón, Proyecto Sur despliega alas porteñas de inexistente proyección nacional. No sé con que plazos especula Solanas, pero creo que no hay espacio para subestimar la construcción de poder. Muchos de los que consideramos sol sus ideas, volamos en busca de, al menos, otoños o primaveras, por miedo a sentir inviernos. El coctel integrado por Poder inexistente, vocación de construcción de Poder minúscula, plazos que se necesitan para construir dicho Poder (teniendo en cuenta la anemia) opacados por plazos electorales menores, no ayudan a que esta opción cotice. Hoy no son. Mañana puede ser, pero hoy no hay tiempo.
Yo quiero ir por el sol. Quien no lo quiere. Pero si la nave peronauta amenaza con posibles rumbos plutonianos (por Plutón; mucho mucho frío; "EL" invierno), mejor me quedo en la tierra. Con los pies en ella, pues.
4 comentarios:
Si me perdonás el exabrupto (que estimo justificado) tendria que caer en cierto lugar comun, a saber:
MACRI ES UN HIJO DE MIL PUTAS
igual para hacer una cosa asi deberia ganar la presidencia, y -digan lo que digan- ni el clasemediero mas pelotudo va a volver a votar esa merda pa la presidencia...
dios y el PJ te oigan!!
salu2!
la actualización doctrinaria sería pues: Ni plutonianos ni solares! Terrestres!!!
Perdon che, y a mi mismo me lo digo, pero este post ya prescribió!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!1
La alegría Hoy es de Centro Izquierda!!!!!
Vamos Pino tambien!!
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